El domingo 26 de octubre tendrá lugar en Uruguay la primera vuelta de las elecciones nacionales. Podemos suponer, a partir de encuestas y otros datos, quiénes serán los dos candidatos más votados. De los porcentajes de votación de los partidos dependerá en buena medida lo que pase en los próximos cinco años. Determinará la conformación del parlamento, y también se proyectarán las posibilidades de triunfo de los candidatos en caso de haber balotaje.
Es por eso que un grupo de docentes universitarios, con la intención de contemplar las distintas disciplinas y sensibilidades que se manifiestan en la UdelaR, queremos compartir algunas reflexiones con nuestros colegas, y más en general, con nuestros conciudadanos.
En primer lugar, nos parece necesario recordar lo que ocurría en la educación superior hace diez años y contárselo a los más jóvenes. La Universidad era un actor molesto en la sociedad, como un mal necesario; cuando molestaba mucho se le hacían algunas promesas que luego se cumplían a medias. Los gobiernos del Frente Amplio llevaron el presupuesto nacional en educación, hasta el 4.5 %, teniendo en cuenta además que el PBI creció en todos y cada uno de los años en que gobernó el FA, llegando hasta un 65 % de crecimiento acumulado. El presupuesto de la educación, y el de la Universidad en particular, tuvieron un aumento superior a la duplicación, a valores constantes, que se refleja en los salarios de docentes y no docentes. Los salarios universitarios, a pesar del incremento sin precedentes de más del 70 % que se dio en el período, deben ser atendidos para generar y conservar un nivel de excelencia, pues partieron en 2005 de una base particularmente baja.
El aumento del presupuesto universitario permitió consolidar la carrera de investigación de muchos uruguayos, y también comenzar un desarrollo académico intenso en el interior del país de un gran impacto a nivel nacional. Asimismo, se aumentó la oferta de carreras de grado y de posgrado en distintas áreas del conocimiento y se avanzó en la producción académica de calidad.
En segundo lugar, se consolidó la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII) que, entre sus muchas iniciativas, reconoció la importancia de los investigadores nacionales calificándolos y apoyándolos, e instauró un sistema nacional de becas de posgrado, para que los jóvenes uruguayos puedan realizar maestrías y doctorados en el país. Se renovó el convenio con el PEDECIBA y se creó la Academia de Ciencias, además de apoyarse a otras academias, como la de Medicina y la de Letras.
En tercer lugar, no nos es ajeno que el país cambió radicalmente desde que el FA gobierna el Uruguay. Se realizó una reforma tributaria hacia un sistema más progresivo, se implantó una reforma de la salud que cubre a todos los trabajadores y a sus hijos. El desempleo bajó a niveles históricos, se regularizó el empleo a niveles desconocidos, subieron el salario mínimo y el salario real, se generaron planes de asistencia y reinserción social, se facilitó el acceso a préstamos para vivienda y construcciones de estas, se diversificó la matriz energética desarrollando energías renovables, se apoyó el desarrollo de las artes y la cultura.
En el plano de los derechos, Uruguay hizo grandes avances: desde el plan Ceibal generando igualdad desde la infancia en el acceso a la sociedad de la información, pasando por derechos civiles como la interrupción voluntaria del embarazo o el matrimonio igualitario, la legalización de la marihuana, las garantías para los trabajadores, incluyendo políticas de respeto y promoción de minorías o sectores desatendidos.
Es por esto que podemos creer en las propuestas electorales del Frente Amplio. El 6 % del PBI para la educación será un motor de consolidación de los avances y de nuevos desarrollos, con el objetivo de impactar en la producción nacional. Del mismo modo, el FA se ha comprometido a llevar la inversión en ciencia, tecnología e innovación al 1 % del PBI, y presenta un plan para insertar al Hospital de Clínicas en el Sistema Nacional Integrado de Salud.
La Universidad, que por su propia Ley Orgánica tiene el rol de apoyar el desarrollo integral, la dignidad de las personas, generar conocimiento y cultura; tiene un compromiso con la sociedad más allá de gobiernos. Durante estos 10 años ha podido cumplir con este compromiso participando en causas que le son esenciales, como la creación del MIDES, la búsqueda de la verdad, las políticas sociales, el tratamiento de la infancia y adolescencia, las políticas ambientales o energéticas y más. Espera profundizar en esa línea de creación y aplicación de conocimientos. Vemos con entusiasmo la ampliación del sistema terciario público coordinado y colaborativo, en el que nos corresponde participar, pues nuestro compromiso con la formación de los uruguayos va más allá de nuestra propia institución.
A todos, ciudadanos y en particular universitarios, todavía nos falta mucho, pero estamos avanzando y tenemos confianza, porque se han dado pruebas no sólo de arbitrar recursos para la educación y la investigación, sino de creer en ellas como claves del desarrollo y la soberanía.
Es por todo esto que invitamos a todos nuestros conciudadanos a apoyar al Frente Amplio en la instancia electoral que se avecina.